Si bien tengo la maldita costumbre de dejar todo para última hora, más vale tarde que nunca (pero no por eso que termine pareciéndose a la lista de arriba):
1. Leer 12 libros: Algo así como un libro mensual. Mi falta de interés por la lectura me tiene un poco preocupada y creo firmemente en la importancia de leer de vez en cuando. Ya voy en el segundo y pretendo cada vez que termine uno, comentar mis impresiones en este lugar.
2. Ver 100 películas: Esto si que quiero lograrlo a como dé lugar. El año pasado vi 33 películas teniendo la posibilidad de haber visto muchas más por la cantidad de tiempo disponible con el que contaba (bueno, igual debo decir que en 5 meses me devoré la serie Lost, la cual amé con todo mi corazón y por eso la prioridad). Este año me daré el tiempo para lograr esta meta, dándole importancia a las enlistadas en “1001 Películas que hay que ver antes de morir”. Lo mismo que haré con los libros lo haré aquí.
3. Comer sano: Con el dolor de mi alma dejaré mis vicios harinescos y galletescos y comenzaré a cuidarme controlando lo que me meto a la boca J
4. No cortarme el cabello: Desde mediados del año pasado empecé a cuidarme el cabello, invirtiendo en buenos productos para lograr que no se vea pajoso y no recurrir al corte donde pides un corte en las puntas y te dejan como Cristóbal Colón. Este año sólo recurriré al corte en la chasquilla y sería. Todo sea por tener el cabello largo.
5. Crear y mantener este blog: Lo primero ya lo hice; lo segundo, vergüenza ajena.
6. Hacer manualidades: Al menos 5. Como este año comenzaré a estudiar y lo más probable es que tenga que explotar mi creatividad, será una buena manera de soltar las manos.
7. Realizar actividad física: Muchas veces hago cualquier cosa que requiera un poco de esfuerzo físico y termino muerta y antes yo no era así, por lo mismo en mi tiempo libre realizaré alguna actividad física para mejorar mi rendimiento. En mi pequeño pueblo existen talleres de danza afro y de yoga kundalini, así que dependiendo de mis horarios (que desconozco) asistiré a las clases disponibles o por último, tomar la bicicleta y pasear. Hay que aprovechar las oportunidades.
8. Mantención: Este punto me da algo de risa y pudor, no es que sea el ícono del desaliño, pero hacerse mantenciones (leáse uñas, piel, pelo, etc.) no le hace mal a nadie y es un regalo para el alma que siempre nos debemos hacer, sólo que esta vez, más seguido.
9. No dejar las cosas para última hora: El más importante de todos y el cual está ligado a todos los puntos anteriormente señalados. Tengo esta fea costumbre, típica de la idiosincrasia chilena (aunque no me gusta generalizar, pues conozco a muchos que son sumamente eficientes y nunca andan al lote) y la cual pretendo arraigar completamente de mi vida, todo es una cuestión de hábitos.
Espero lograrlo.
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